Convertida en difunto testigo de tiempos más simples, llenaba la estancia con un vivo y resucitado "pi pi pii pi piii" que nos transportó inmediatamente a tiempos de juventud, a actividades clandestinas en los que la filosofía se abría camino alternativo a través de las barreras de la modernidad y la burocracia.
Tras el éxtasis inicial corrimos al aparato, sabiendo que sólo podía significar una cosa ¡Jeong Kim, el filósofo norcoreano volvía a nuestras vidas!
El Gobierno de Kim Il Sung lo aprehendió por temor a la tremenda popularidad que estaba alcanzando el pensador, irónicamente fue una aplicación práctica de sus propios principios, y un ejemplo claro de cómo la filosofía irradia nuestras vidas en ocasiones sin saberlo.
Siempre creímos que moriría en la cárcel, pero por lo visto la política de clemencia del nuevo Gobierno lo había liberado,
Sus planes más inmediatos son volver a la región de la que proviene, Ryangang, donde los ecos de sus palabras aun resuenan desde los años 70 "y luego ya veremos..." manifiesta enigmático.
Aunque no compartamos su visión del mundo, damos la bienvenida entre nosotros a Jeong Kim, que siempre enriquece el debate filosófico aportando un punto de vista autoritario, y le deseamos mucha suerte en todos sus proyectos.
Los seguidores de Kim le esperan en su localidad natal con velas de la suerte
Ray Carlsson