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domingo, 7 de abril de 2013

Obituario: Lorenz Schell


- "[...] Ich würde aufstehen am Morgen und erinnere bewundert an die Landschaft und die Abenteuer, die ich verwendet, mit Choliz Jahren Aktien in der Schweiz. VERDAMMT SCHEISSE WARUM diese whore Chóliz hat mich verlassen [...] "
Muchos de nuestros lectores seguro recuerdan con cierta estupefacción las que fueron las últimas palabras escritas del “vislumbrador del nuevo siglo”, Loren
z Schell antes de su penosa muerte víctima de la demencia y la cirrosis.
Un texto cargado de odio, escrito a mano y del que hemos extraído sólo lo necesario para dejar claro el profundo odio que Lorenz mostraba cuando la muerte esperaba cercana al filósofo alemán.
Misoginia, nazismo e intolerancia eran los factores preponderantes en su última obra, inacabada, titulada “Frescos amaneceres en mi casona de Friburgo” (“Frische Sonnenaufgänge in meinem Haus in Freiburg“). Lo curioso según Freder Solano, hijastro de la esposa colombiana que Lorenz tuvo en la écada de los 80 es que el texto contiene profundas aristas y pronunciados cambios en la narración: “-es como si Lorenz sufriese de alucinaciones y doble personalidad al final de su existencia, trataba de escribir una obra para quedar en paz con el mundo y sin embargo su parte enajenada se lo impidió...“
Tres años antes de morir recuerdo que llamó a nuestra redacción y nos propuso una última entrevista a la que acudimos raudos pues Lorenz andaba alejado de los medios desde décadas atrás, atrincherado en un viejo hostal llamado Ursula Canalis en la ribera del Volga.“-Nos recibió con un enorme plato de espaguetis sin cocinar, aún crudos, los comía mientras cantaba, decía en alemán que eran suyos, que nadie se los quitaría [...] estaba desnudo, a veces sollozaba y decía que lo sentía, que quería hacer la entrevista...“- recuerda Ray Carlson, entonces un emprendedor reportero enviado con urgencia por nuestra redacción ante aquél aparente jugoso ofrecimiento.
Lorenz Schell falleció en febrero de 1992, después de 3 años encerrado en aquél hostal. Cuentan que sólo escribía y escribía, incluso a veces no rellenaba su plumier, por lo que más de 230 páginas de su última obra han quedado simplemente“marcadas“ por una punta de hierro que trataba de transmitir sin éxito sus nublos pensamientos.
Fue necesaria una gran labor y tratamiento posterior de sus textos usando modernas técnicas para desentrañar el contenido de su testamento literario, descubriendose esa primera frase que hemos citado en nuestro artículo al final de la última página del mismo.
En esa frase habla como es lógico de su última mujer, Choliz, a la que pese nunca reconocer como tal, sí que reservó en su testamento parte de su herencia, incluída su gran mansión en Colombia. Tal y como nos dice Freder Solano “-yo ahora vivo de prestado por culpa de la enajenación final de mi amado padre, Choliz aceptó todo sin regañadientes y se mostró incluso contenta de que Lorenz la nombrase al final de su obra, aunque fuera sólo para insultarla gravemente“
Ahora puede tener en exclusiva esta obra errática y tremendamente caótica, aunque al mismo tiempo histórica, que marca el final del gran potenciador de la filosofía neoclásica en alemania en la década de los 60 por tan sólo 98,90 euros. Símplemente envíe un mensaje a La Filosfera, usando nuestra caja de comentarios, y te enviaremos lo necesario para adquirir en brillante encuadernación el final explosivo de un hombre explosivo como siempre fue Lorenz Schell.


Lorenz Schell, última foto conocida
Jensen Castro

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