Vistas de página en total

martes, 5 de octubre de 2010

Diario de un filósofo en huelga: Día 10


5 de Octubre

“Casi nos dábamos por vencidos esta mañana, lo admitimos, ha sido durísimo ver su caída, su cuerpo inerte en el suelo…”

Así ha narrado el ilustre Hann Frederic lo que quizá era una muerte anunciada. El primero tememos, de una larga lista de difuntos que con su sacrificio quizás enderecen lo que las autoridades se proponen destruir.

Actualizo desde nuestra pequeña tienda de campaña, aquí al lado del Patterson. Llueve de forma persistente y si no fuera por las mantas que nos ha donado el ilustre local que hay frente al instituto, posiblemente no podría escribir debido al frío.

Como Hann comentaba a los medios esta tarde, ha sido horrible. No sólo perdemos a un compañero, fiel, sin duda, sino que también perdemos al miembro más valioso en términos de popularidad del amenazado instituto. Poppy, la mascota que durante tantos años amenizaba al alumnado con sus graciosos y simiescos movimientos, se ha precipitado al vacío esta tarde desde unos 15 metros. De haber estado bien alimentado, posiblemente habría salvado su vida, pero por culpa de esta huelga, sólo motivada por la codicia de algunos decrépitos entes, no ha sido capaz de esquivar a la muerte. Poppy, el alegre macaco, al que dedico sin duda mi entrada, se había sumado, por orden expresa de McKinsley, a nuestra huelga.

Inicialmente vinieron los amorales miembros de la asociación animal DD.FF a arrebatarnos a nuestra sacrificada mascota, según ellos debido a que no tenía conciencia como para secundar algo como lo que defendíamos. Sin duda, nada más lejos de la realidad. Posiblemente Poppy tenía más conciencia que todos aquellos “amantes de los animales” que anteponen el derecho a nutrirse, se sea o no animal, al deber de aprender y culturizarse. Desde luego, si algún sofista levantara la cabeza, llamaría a sus yeguas para pisar y destruir a esos seres humanos impresentables.

Siento el tono de mi actualización, debéis entender que tanto Ray como yo no estamos en nuestro mejor momento. La hambruna comienza a cegarnos, quizá del mismo modo que lo ha hecho con Poppy, que en un momento de debilidad, trató de cazar a un pajarillo extraviado en el borde de la cornisa del Instituto. Cosa que como os decía, le ha costado la vida. A ti, Poppy, te dedico mi prosa en el día de hoy. D.E.P



D.E.P. Poppy, te echaremos de menos


Jensen Castro

No hay comentarios:

Publicar un comentario