Tensión en la última conferencia de ÎIkar Türtakthan

Es bien sabido por los asiduos a las lecciones del filósofo de origen turco, ÎIkar Türtakthan, que las teorías expuestas por éste tras su última obra “Theory of Canathesis”, han sufrido una reorientación cercana al desderrentismo maundhëlista, con todo lo que semejante acercamiento a los posicionamientos del islandés conlleva.

Para los más críticos con el filósofo, este radical cambio en sus exposiciones (ya asentadas de hecho desde la publicación de sus colecciones sobre Athartan), es el hito que marca un declive pronunciado hacia el fin del que era considerado el último defensor vivo del movimientalismo turco, lo que les ha servido como pretexto ideal, a ojos de este humilde escritor, para boicotear de forma impune la última conferencia que Türtakthan ofreció en la facultad de filosofía de Berjaya (http://www.berjaya.edu.my/ ).

El resultado, parecía lógico, conociendo el talante más bien poco receptivo del estudioso turco, y no estábamos equivocados.

Cuando llegado el momento de las intervenciones del público, uno de los alumnos más laureados de la facultad, acusó al filósofo del siguiente modo:

“Adakah anda seorang pemimpin miskin teori bahawa beberapa tahun yang lalu, diterangi hidupnya. Jika semangat rgresase guru mereka, menangis di atas puncak-puncak karya awalnya dengan keibaan besar”

El eminente filósofo, respondió fieramente, y para muchos los que pudimos seguir el debate vía online, erróneamente, remitiéndose a las críticas que desde hace algún tiempo venía soportando. Expuso que nunca llegó a identificar plenamente su teoría con el movimientalismo filosófico de su país, y, en lo que para muchos es un nuevo cambio en su razón espiritual, se definió como un absoluto Canatesista, incluso más si cabe, que el propio introductor de esta corriente en Asia, Otto Van Heirks. Aseguró que, en su evolución filosófica, nunca había esperado modificar hasta ese punto su punto de vista del leit motiv que engloba a todos los filósofos Atartanistas, que no es otro que la búsqueda del ansiado Rheandt, el yo paupérrimo, la mínima expresión del yo, y por supuesto, la oposición simétrica, en el fondo, al superyo.

Todo esto fue expuesto por el turco de forma casi amenazante, acercándose de forma peligrosa a la posición del estudiante, que se vio sobrepasado por las circunstancias.

La tensión llegó hasta tal punto que varias de las acompañantes del filósofo se vieron obligadas a retenerlo y serenar sus viscerales impulsos.

Tras esto, Türtakthan aseguró sentirse cansado, y abandonó la conferencia entre tímidos aplausos, para dirigirse, como es habitual, a la pequeña mezquita móvil que le acompaña en todos sus desplazamientos mundiales.

El profesor Türtakthan, en el momento álgido de su exposición

Jensen Castro